Ucrania es uno de los pocos países donde es legal realizar el Diagnóstico Genético Preimplantacional (PGD), por sus siglas en inglés) para seleccionar el sexo del bebé. Esta es una gran ventaja para los padres de intención, y es una de las razones por las cuales Ucrania es un destino cada vez más popular para realizar tratamientos de fertilización in vitro. Existen diferentes motivos por los que los padres de intención podrían querer optar a esta técnica. La más común es el equilibrio familiar. Por ejemplo, padres que ya tengan un niño y quieran una niña, y viceversa. Otra razón bastante común es para evitar trastornos asociados a un sexo en particular. La hemofilia, póngase por caso, viene determinada por un defecto genético en el cromosoma X.

La disponibilidad del PGD conlleva que los padres de intención puedan evitar el trauma que supone la terminación de un embarazo, o el tener hijos con problemas graves de salud.

Los padres que desean someterse a un tratamiento de fecundación in vitro con PGD incluido suelen preguntarnos cuál es la tasa de viabilidad de los embriones sometidos a PGD. De acuerdo con nuestras estadísticas, los embriones sometidos a PGD tienen las mismas oportunidades de salir adelante que aquellos que han sido concebidos a través de inyección intracitoplasmática de esperma sin diagnóstico genético preimplantacional.